NIEBLA
Recuerdo fundido con el suspiro,
disuelto en innumerables copas de absenta,
hundiendo triste y prolongada voz
del clamor de tu mente
con cada trago amargo.
Tu cabeza insiste desesperadamente
con la imagen de mi sonrisa,
y tus sueños tornan en pesadillas
con mi mera presencia.
La bruma de la aurora
ennegreció vehemente tus pensamientos,
cegando cualquier desmesurada
idea, cualquier memoria.
¿Acaso las lágrimas
que humedecen tu rostro
me ahogarán en este mar de dolor?
Ojala pudiera llorar Láudano y Absenta para embriagar mi mirada
ResponderEliminarDeseamos tantísimas cosas...
ResponderEliminarPero no creo que te haga falta... Poco a poco los demonios han arrancado mi sonrisa.